Después de cumplir mi imprescindible 057 – Vivir en Japón lograr este era bastante sencillo. La milenaria tradición japonesa de observar la belleza de las flores se llama Hanami (花見 lit. «ver flores») aunque por lo general se asocia esta palabra al período en que florecen los cerezos y en el que los japoneses acuden en masa a parques y jardines a contemplar sus flores (sakura). De finales de marzo a principios de abril, los cerezos florecen por todo Japón, de sur a norte acorde a los distintos climas existentes en las diversas regiones.
Viviendo en Japón he asistido a diversos hanami cada uno con sus matices: Un hanami al mediodía pero sin alcohol con los compañeros de trabajo, un hanami de noche sin comida ni bebida y el tercero en el que estuve fue el más memorable.
Quedamos alrededor del mediodía para comprar las provisiones y una vez tuvimos todo lo que necesitábamos para pasar el día entero bebiendo y comiendo bajo los cerezos nos cruzamos con una pequeña tienda que vendía Yukatas y pensé que seria una gran idea comprarme uno (¡Aún lo pienso!) porqué así encajaría con el resto de japoneses… ¡Falso! Fui el único que iba vestido así pero eso solo hizo la experiencia un poquito más memorable. Eramos 3: Laura, Alberto II y yo (Sanchez no pudo venir porqué estaba en otro sitio cumpliendo uno de sus sueños de la infancia) pero a los 5 minutos de sentarnos en una toalla de baño minúscula nos pusimos a hablar con los vecinos y ¡nos unimos a su fiesta! Conocimos gente fascinante y de lo más variopinta mientras bebíamos y comíamos hasta reventar… Una experiencia 100% recomendable.
Nori y sus amigos se fueron a un karaoke cuando empezó a anochecer pero nosotros nos quedamos y Alberto y Andrea se unieron a la fiesta. Echábamos de menos tener amigos japoneses así que ¡nos pusimos a hablar con otro grupo! Estuvimos unas 8 horas aproximadamente en el parque de Yoyogi pero pasaron volando. Después de tan magnífico dia la cosa no podia terminar ahí, así que nos reunimos con Sanchez y su amigo Arnau para ir a cenar a un restaurante de sushi y después a disfrutar de la noche de Shibuya en el Atom.
Si alguna vez tengo la oportunidad de volver a Japón por estas fechas seguro que repetiré :)