Vivir en Japón

El 18 de Febrero de 2014 partí desde Barcelona hacia el aeropuerto de Narita con la intención de ir a vivir a Tokyo 6 meses mientras realizaba una internship en el National Institute of Informatics (NII). Después de 14 horas de vuelo pisé suelo nipón, un sueño que nunca pensé que podria llegar a lograr se estaba haciendo realidad.

Una vez en Japón, lo primero que hice fue salir de fiesta con los que pronto se convertirian en el pilar fundamental para vivir una gran cantidad de aventuras y locuras que poco me podia haber imaginado antes de ir allí. Durante estos seis meses he conocido mucha gente y de una gran variedad de paises: China, Portugal, Francia, México, Rumania, USA, Canadá, Alemania, Australia, Japón (evidentemente) … Pero con los que más he estrechado lazos es con los españoles porqué irremediablemente, pase lo que pase, siempre acabamos juntos. Sánchez, Laura, Alberto II, el Barbas, Fernando y Atunero.

Foto de grupo en el filetaco

En todo este tiempo he podido comer carne de kobe con mi hermana, cuñado y sobrino que me vinieron a ver! Me pegué buenas viciadas en las recreativas con Xavier y con Sánchez; Fui a un taller de origami donde conocí gente muy agradable y aprendí a hacer una rana saltarina y una grulla a pesar de que ya no me acuerdo de nada… Otra de las locuras que pude hacer allí es 038 – Salir en una película.

Aprendí a leer en hiragana, katakana y algo más de 30 kanjis aunque definitivamente las palabras que más usé fueron すみません sumimasen perdone, ありがとう arigatou gracias y ビールみつください biiru mitsu kudasai 3 cervezas por favor.

No solo visité las ciudades más importantes y conocidas como son Tokyo y Kyoto, también aproveché para visitar diversos pueblos de los alrededores en los que había mar y en otros montaña. Tuvimos que hacer un trayecto en coche de 8 horas hasta Minamisanriku para poder ver el efecto del tsunami que afectó la área de Fukushima. Fue una experiencia muy impactante que considero que no debería olvidar nunca para seguir siendo feliz por la suerte que siempre he tenido y que tengo. Gracias a ese viaje tuve la oportunidad de conocer a los japoneses y me impresionaron mucho… Me encontré un grupo de gente que nunca habría imaginado que llegaría a conocer en un país como Japón: yumi, hiroto, sosha, shinobu, naoki, …

Eart Camp Minamisanriku

Otra de mis grandes aventuras en el país del sol naciente incluye el fin de semana que fuimos a escalar el Monte Fuji y me permitió cumplir el reto 108 – Subir hasta la cima de una gran montaña.

Durante los primeros fines de semana y de vez en cuando con la gente que me vino a ver aproveché para visitar la ciudad. Recomendaría visitar la zona de Asakusa y la Tokyo tower durante el día y explorar los barrios de Shibuya y Shinjuku de noche. Si eres un friki del manga o te apasiona la electronica también puedes darte un garbeo por Akihabara e Ikebukuro.

Ya que hablo de cosas frikis… Visité un montón de sitios que se podrían calificar de esa manera con Sanchez entre los que destacan la tienda Pokemon, la sede de Nintendo y la tienda oficial de One Piece. Nunca olvidaré el parque de la Shonen Jump donde pude montarme en el núvol kinton, hacer un kamehameha, luchar como un ninja y montar en un tiovivo de One Piece como si tuviéramos 5 años con Marc, Fernando y Sanchez.

Núvol Kinton

Las fiestas han ocupado la mayoría de mis fines de semana en Tokyo. El Jumanji 55 en Roppongi es de lejos uno de los sitios en los que más he estado y he disfrutado bailando con todo tipo de gente. Incluso llegamos a conocer al jefe y nos invitaba a un cubata de vez en cuando. No solo salíamos por Roppongi, a veces queríamos innovar y montábamos nuestras propias fiestas en el Flame y esporádicamente en el Atom. Ambos se encuentran en el barrio de Shibuya. Beber en un restaurante era muy caro así que los botellones en el callejón al lado de un cementerio eran bastante habituales pero los últimos meses decidimos combinarlo con las cervezas del Medaka que a pesar de encontrarse en Shinjuku (donde la única opción para salir es ir al barrio gay) era extremadamente barato.

Fiesta en Roppongi

¡Hay muchas historias que se quedan sin contar pero estos 6 meses en Japón han sido de las mejores experiencias de mi vida!